Cuando me propuse escribir sobre la Ruta de la Seda, después de la entrada SOLO LA SEDA ES SEDA ( Abril 2012), pensaba que contaría cosas exclusivamente relacionadas con esta maravillosa fibra y su tejido...pero he descubierto que dejarlo solamente en esto, seria un trabajo incompleto. Lo que en ésta y otras entradas (pues no quiero hacer textos muy largos) iré contando, lo he conocido leyendo el libro de Helmut Uhlig " LA RUTA DE LA SEDA Antiguas culturas entre China y Roma ", publicado en 1988. Intentaré transmitir lo más relevante, y por supuesto resumiendo, pues hay cantidad de información, y no tengo intención de copiar un libro.
Unos de los grandes misterios de la historia universal es conocer cuando se produjeron los primeros contactos entre Oriente y Occidente, seguramente nunca se llegue a tener la certeza de ese momento, pero lo que sí se sabe es que la seda china fue el punto central de esas primeras relaciones.
Todos hemos oído hablar alguna vez sobre la "ruta de la seda", ¿ una carretera muy larga y muy antigua que une China con el Mediterráneo? ¿ un entramado de caminos?.... El alemán F.F.von Richthofen fue el primero que introdujo este concepto en el primer volumen de su obra sobre China, hace algo mas de 100 años. Desde entonces la noción "ruta de la seda", es utilizada para englobar un espacio de tiempo de más de un milenio de intercambio comercial entre el Imperio Celeste y Occidente.
Existieron dos grandes rutas, conocidas como "ruta del norte" y "ruta del sur".
La del norte en los territorios entre Mongolia, Siberia y la estepa rusa hasta Hungría y Polonia, estaba básicamente dedicada a la migración oeste-este y este-oeste de las dinámicas poblaciones nómadas, que disponían de caballos. Precisamente por tener caballos y ser unos valientes guerreros, se les conocía como "demonios dotados de fuerza sobrenatural y velocidad inimaginable". Los nómadas se vieron abocados al asalto y la violencia, no solo por su su carácter belicoso, sino por el avance de los sedentarios, que se apoderaban de tierras y cultivaban el suelo, reduciendo los amplios prados de los nómadas, y haciendo peligrar su existencia.
Estas rutas del norte, transitadas por poblaciones turcas, mongoles, tungues, indoeuropeas, y un largo etcétera, eran rutas muy peligrosas en las que en cualquier momento se perdía el equipaje y muy a menudo también la vida. En esta ruta el comercio hay que verlo con el significado original de necesidad, pues la gente debía llevar consigo mercancías para poder comerciar en caso de malas rachas o peligros mas serios.
La ruta de caravanas del sur conducía por territorios inhóspitos, como la cuenca del Tarim, en la que ni siquiera los nómadas podían vivir, era una ruta creada exclusivamente para el comercio, y existió durante más de mil año.
Ambas rutas tenían en común la función de mantener la relación entre dos culturas muy distintas, la china y la occidental.
.
Hay que remontarse tres mil años antes de Cristo, para encontrar referencias en los hallazgos de los historiadores sobre la seda. El emperador Huang ti -el emperador Amarillo- está relacionado con el descubrimiento del arte de tejer la seda, pues fué su mujer Si-ling-shi, la que observó como un gusano se envolvía en su propio hilo. Luego las leyendas han ido adornando este momento, incluso hay otras leyendas, pero francamente, creo que están más en la línea del "cuento chino". Yo me quedo con la de Si-ling-shi.
Dejando de lado todo lo relacionado con leyendas y cuentos, las primeras noticias seguras sobre producción de seda nos llegan de la época de la dinastía Yin.
Se encontraron restos de seda datados en la mitad del segundo milenio a.C., restos que ya eran de cierta calidad, pero se cree que aún no era un artículo de exportación.
Se sabe que en la campaña de Alejandro Magno a la India, ya conocieron las telas de seda, pues Nearco, un oficial de Alejandro fue el primer griego que habló de "pieles séricas", pero desconocían por completo su procedencia, pues creían que los hilos de seda eran rascados de árboles.
Y así siguió siendo durante mucho tiempo, ya que en el mundo occidental aunque el uso de la seda se iba imponiendo y su precio se encarecía constantemente, se ignoraba su procedencia real. Se hablaba de los Seres -que era como en Roma se conocía a los pueblos vinculados con la seda-. Otros autores decían que provenía de las isla Seria, que estaría en el Mar Rojo. En fin, historias de fábula, seres y lugares extraños, desconocimiento total de la procedencia de aquellas telas que maravillaban a todos y el deseo de vestirse con ellas que crecía y crecía.
Volvamos a China.En principio la sericultura y el empleo de la seda era un derecho exclusivo de las familias nobles chinas de las provincias sederas. Más tarde este derecho pasó al Emperador, que dándose cuenta del valor real que suponía ese monopolio, decretó la pena de muerte por la exportación de huevos de gusanos de seda, de modo que China fue la única productora de seda pura hasta el siglo IV d.C., con excepción de Corea que seiscientos años antes recibió inmigrantes chinos que llevaban consigo huevos de gusanos y simiente de morera. También se conocía en la India desde tiempos remotos la obtención de seda, pero la suya no era tan blanca ni tan pura como la china, además las religiones hindúes prohibían la matanza de animales, por lo tanto debían esperar a que la mariposa rompiera el capullo y saliera de él, con lo cual las fibras que obtenían eran cortas y su manipulación más costosa.
Por todo esto la verdadera obtención de seda fue durante más de dos milenios el secreto y el privilegio de los chinos.
Continuará......
No hay comentarios:
Publicar un comentario