Siempre me han gustado los cuentos..., pero no soy una cuentista, que quede claro.
Hoy os voy a ofrecer un cuento popular de Liberia, en el que se relata como se descubrió el secreto del color azul, es muy bonito, aunque un poco triste, lo he sacado del MANUAL DE TINTES de Ana Roquero y Carmen Córdoba.
"Hace mucho tiempo, cuando Dios dejó la Tierra para irse a vivir al cielo, éste quedó muy cerca del suelo y con sólo estirar el brazo se podía arrancar un pedazo de azul. Esto era un inconveniente, pues tenían que andar con mucho cuidado de no golpear el manto celeste en sus actividades cotidianas, lo que hubiera molestado muchísimo a los espíritus de los muertos; sin embargo, cuando estaban tristes se podían comer un trozo de cielo y esto les confortaba el corazón.
Una mañana, la joven Asi se dirigió a la orilla del río; llevaba a su hija atada a la espalda en una "lappa" de paño blanco. Llegó hasta el pequeño altar dedicado al espíritu del río y se dispuso a encender el fuego sagrado para cocer arroz y ofrecerlo al espíritu. Recolectó ramas para encender el fuego y con hojas de las plantas cercanas preparó un mullido colchón sobre el que extendió la "lappa" y depositó a la niña dormida.
Era un día expléndido de luz y Asi contempló despacio el azul del cielo y del agua en las pozas del río. Miró la "lappa" tan blanca y le pareció triste y sin vida. Sin querer, pensó cuánto le gustaría comer tal cantidad de cielo que su piel y su pelo se volvieran azules. Inmediatamente se arrepintió de haber tenido un pensamiento tan egoísta, pues sabía que a los dioses sólo podían pedírseles cosas que beneficiaran a todo el poblado. Pero ya no tenía remedio. Se ocupó del fuego, puso el agua y el arroz y para tranquilizarse decidió comer un trozo de cielo.
Enseguida le invadió una gran dulzura. Se sintió raíz bajo la tierra absorbiendo por todos lo poros la humedad del río; después, su espíritu voló a las alturas y penetró en el "pájaro veda", el que tiene el plumaje de un azul tan intenso que hace daño a los ojos. Por segunda vez, no pudo controlar su deseo de poseer ese color. Estaba tan borracha de cielo que sin darse cuenta se quedó dormida.
La despertó un fuerte olor a quemado. Era el arrroz que se había pegado en la olla sagrada.!Había dejado estropear la ofrenda a los espíritus¡ Cuando volvió la cabeza vio que su hija había rodado fuera de la "lappa" y yacía en el suelo boca abajo. En el centro del paño blanco, algo le llamó la atención; había una gran mancha azul justo donde la niña se había hecho pis. Corrió a levantarla. Estaba muerta. Era el terrible y desproporcionado castigo a su egoísmo.
En su desesperación frotó con las cenizas del fuego sagrado su pelo y su cara, y su desconsuelo le hizo verter ríos de lágrimas que se mezclaban con las cenizas y caían sobre la "lappa" en el que había vuelto a arropar el cuerpo de su hija. Tanto lloró que acabó desmayándose, pero en su inconsciencia oyó la voz del espíritu del agua que le hablaba. Le explicó lo que era la mancha azul: "las hojas que has arrancado son las de la planta del índigo. Para que su color surja y permanezca es necesario mojarlas con orines, sal y ceniza; como ves, todo lo ocurrido era necesario, incluso la sal de tus lágrimas y la ceniza de tu duelo. Ahora es tu deber sagrado transmitir este conocimiento, pero solamente a aquellas mujeres que, por su edad, ya no pueden tener hijos".
Asi volvió al poblado, y tal como le había ordenado el espíritu instruyó a las ancianas en el arte de teñir los tejidos de azul.
Es un cuento muy bonito. Es revelador y un ejemplo de cómo todos los descubrimientos que la Humanidad ha ido realizando (de la índole que sea), han tenido un gérmen de casualidad, de observación, de experimentación, etc.
Teñir con tintes de origen natural es muy laborioso, pero es algo así como hacer magia, toda una experiencia.
Las dos fotografías que os enseño son , una de un fular tejido en telar de bajo lizo (el blanco), y otro tejido con agujas de punto .
viernes, 18 de febrero de 2011
miércoles, 19 de enero de 2011
PARECE QUE ENCAJA
Pues este flechazo tenía un por qué.
Nací en Madrid, aunque por los pelos, pues mis padres estaban en su pueblo para las fiestas que son en Septiembre, este pueblo está en Toledo, se llama Escalonilla, no es muy grande, pero sí guardaba una sorpresa bien grande para mí.
Durante mi infancia visitaba el pueblo, pasaba algún tiempo con mis abuelos, hacía amigos allí, en fín , lo típico.
Hasta el año 1997 ó 98 no me entero "por casualidad", y gracias a un pequeño libro que cae en manos de mi padre, de que en este pueblo desde el siglo XVI se producían estameñas (tejidos de lana, sencillos y ordinarios). Este libro está escrito por Gonzalo Fernández-Gallardo Jiménez -franciscano menor conventual-,y se trata de una recopilación de apuntes históricos.
Me gustaría darle las gracias a este franciscano, aunque no sé si algún día lo sabrá, gracias porque con su trabajo de investigación he podido encajar la pieza de mi vocación.
Después de este libro, publicaron otro, tambíén muy interesante, con algún dato más, y que me animó a buscar por mi cuenta.
Lo que conocí lo resumiré un poco.
Escalonilla desde el siglo XVI mantuvo una "industria textil" de relativa importancia, con altos y bajos, y con cierta fama de buenos maestros tejedores. Entró en declive (como tantas otras) por motivos variados y acabó muriendo en la década de 1920 a 1930.
Tuve la suerte (tardía, eso sí), de que mi tía me consiguiera una cita con la única persona viva del pueblo que tuvo relación con la última fábrica del pueblo. Esta señora se llamaba Adoración, y me contó cosas muy interesantes, pero lo mejor es que me enseñó una fotografía de un grupo de tejedores a la puerta de la fábrica, y me dejó algunas piezas que ella guardaba (colchas, mantas, etc.), que tuve la oportunidad de exponer junto con piezas mías en el Centro Cívico del pueblo en el año 2002.
Esta exposición la titulé "Desde mis raices", y es que eso es lo que sentía, que en mis genes, o si creyera ,en la reencarnación, había huella de esos tejedores queriendo no morir para siempre.
Pues nada, resuelto el misterio, había algo en mí, algo que tenía que emerger tarde o temprano, lo que siento es no haber conocido esto antes, para haber podido conocer de primera mano detalles de esos tiempos.
La fotografía que os enseño a continuación es de la fábrica de CEFERINO LOPEZ, como ya he dicho la última del pueblo, en ella se puede ver a los trabajadores con algunos de los accesorios necesarios para la tejeduría. Se tomó en algún año de la década de los 20.
Creo que es un documento gráfico estupendo, y me apetece mucho enseñarla a todo el que se asome a este blog.
Nací en Madrid, aunque por los pelos, pues mis padres estaban en su pueblo para las fiestas que son en Septiembre, este pueblo está en Toledo, se llama Escalonilla, no es muy grande, pero sí guardaba una sorpresa bien grande para mí.
Durante mi infancia visitaba el pueblo, pasaba algún tiempo con mis abuelos, hacía amigos allí, en fín , lo típico.
Hasta el año 1997 ó 98 no me entero "por casualidad", y gracias a un pequeño libro que cae en manos de mi padre, de que en este pueblo desde el siglo XVI se producían estameñas (tejidos de lana, sencillos y ordinarios). Este libro está escrito por Gonzalo Fernández-Gallardo Jiménez -franciscano menor conventual-,y se trata de una recopilación de apuntes históricos.
Me gustaría darle las gracias a este franciscano, aunque no sé si algún día lo sabrá, gracias porque con su trabajo de investigación he podido encajar la pieza de mi vocación.
Después de este libro, publicaron otro, tambíén muy interesante, con algún dato más, y que me animó a buscar por mi cuenta.
Lo que conocí lo resumiré un poco.
Escalonilla desde el siglo XVI mantuvo una "industria textil" de relativa importancia, con altos y bajos, y con cierta fama de buenos maestros tejedores. Entró en declive (como tantas otras) por motivos variados y acabó muriendo en la década de 1920 a 1930.
Tuve la suerte (tardía, eso sí), de que mi tía me consiguiera una cita con la única persona viva del pueblo que tuvo relación con la última fábrica del pueblo. Esta señora se llamaba Adoración, y me contó cosas muy interesantes, pero lo mejor es que me enseñó una fotografía de un grupo de tejedores a la puerta de la fábrica, y me dejó algunas piezas que ella guardaba (colchas, mantas, etc.), que tuve la oportunidad de exponer junto con piezas mías en el Centro Cívico del pueblo en el año 2002.
Esta exposición la titulé "Desde mis raices", y es que eso es lo que sentía, que en mis genes, o si creyera ,en la reencarnación, había huella de esos tejedores queriendo no morir para siempre.
Pues nada, resuelto el misterio, había algo en mí, algo que tenía que emerger tarde o temprano, lo que siento es no haber conocido esto antes, para haber podido conocer de primera mano detalles de esos tiempos.
La fotografía que os enseño a continuación es de la fábrica de CEFERINO LOPEZ, como ya he dicho la última del pueblo, en ella se puede ver a los trabajadores con algunos de los accesorios necesarios para la tejeduría. Se tomó en algún año de la década de los 20.
Creo que es un documento gráfico estupendo, y me apetece mucho enseñarla a todo el que se asome a este blog.
viernes, 19 de noviembre de 2010
¿SOLO CASUALIDAD?
A veces nos ocurren cosas en la vida que parecen ser fruto de una simple casualidad, pero hay veces también que descubrimos que hay algo más…
A mí me ocurrió con la tejeduría.
La primera vez que ví un tapiz (contemporáneo) fue en 1982 en una tienda de Gandía, me impactó, recuerdo que era de color blanco o crudo y tenía muchos volúmenes, muchas texturas, me quedé con ese deseo de tener algo así cerca de mí, cosa que no pudo ser porque era parte de la decoración de la tienda.
Y ahora llega la “casualidad”.
Dando un paseo por la Casa de Campo con nuestra perra Senda, encontré una revista , el suplemento del fin de semana del “País”; y en vez de ignorarlo, se me ocurrió cogerlo y hojearlo, y ¡Oh Dios mío!, mis ojos van a parar a una creo que pequeña reseña en la que se anuncia que en Madrid se acaba de abrir un estudio textil llamado “Indigo”, en el que se pueden aprender dos técnicas de tejido , alto y bajo lizo ; a mí me daba igual como se llamasen pues no conocía nada absolutamente del tema, yo sólo pensaba en aquél preciosísimo tapiz de Gandía… era posible aprender a hacer esa maravilla.
Bueno, pues corría el mes de Septiembre de 1982, y allí estaba yo, en “Indigo”, en la calle Churruca; no creo que Alicia en el país de las maravillas estuviese más emocionada que yo, porque allí había un montón de artilugios de madera (que eran los telares, naturalmente), lanas, bastidores, más lanas, devanadoras, canillas, lanzaderas, algodones, canastas con ovillos de miles de colores, ¡qué sé yo!, y por supuesto todo este universo maravilloso (para mí al menos) tenía un sol sobre el que girar , era Lala, mi maestra.
Lala me inició en el mundo de la tejeduría , y empecé con el bajo lizo (telar horizontal), porque en ese momento no había plaza para el alto lizo (donde se hacían los tapices maravillosos); y la verdad es que me alegré mucho porque fué todo un descubrimiento. Poder hacer telas mezclando hilos, colores, texturas,… poner tu corazón, tu cabeza , también tu espalda…, para mí fue y lo sigue siendo una auténtica felicidad.
Pero…¿por qué este flechazo?, ¿por qué me ilusiona cada vez más empezar un nuevo tejido?
Esto ya lo contaré en la próxima entrada.
sábado, 9 de octubre de 2010
VAMOS A CONOCER MAS SOBRE LA LANA
El 22 de Septiembre del año pasado, se celebró en Pastrana (Guadalajara) patrocinada por el Mº de Agricultura una jornada denominada LANATUR09, a la que tuve la suerte de asistir , junto con algunas compañeras de la ACTM, en la cual distintos actores relacionados con el mundo de la lana, expusieron sus realidades, preocupaciones o deseos a realizar a ser posible en un futuro no muy lejano.
Esta jornada para mi resultó muy enriquecedora, ya que yo conocía la lana como esa fibra maravillosa con la que me gusta tanto tejer, pero desconocía la problemática de los ganaderos, cómo sacar rentabilidad manteniendo unas prácticas éticas con los animales. O la de los industriales que no saben cómo podrán competir con la gigante China, que todo lo invade.
Bueno, como ya digo todo fue muy interesante, y voy a intentar resumir en lo que yo creo más importante:
La lana es NATURAL, es SEGURA, y es SALUDABLE.
“La lana nace y no se hace”. Cada año la lana crece en nuestras ovejas, por lo cual es uno de los recursos más sostenibles de la tierra.
La lana tiene la capacidad de limitar el uso de energía utilizada en su producción.
Es un material 100% biodegradable, mantiene sus propiedades de retención de humedad y flexibilidad durante muchos años. Esto se puede comprobar simplemente admirando las alfombras y tapices confeccionados hace cientos de años, algunos mantienen los colores como si fueran recién hechos.
También es un material no inflamable, genera poca alergia, es aislante acústico y térmico, genera poca electricidad estática, y alguna otra propiedad más que ahora no recuerdo, en fin una joya.
Por todo esto os animo a que sigáis usando lana, merece la pena.
Estas dos fotos pertenecen una a la exposición de Pastrana, en la que participamos socias de la ACTM, en la que todas las piezas que expusimos estaban realizadas con lana, ejecutadas con distintas técnicas. Y la otra es de los dos últimos bolsos que he hecho.
Hasta pronto.
sábado, 25 de septiembre de 2010
Lana
Las piezas que podeis ver, están tejidas en telar horizontal o de “bajo lizo”; los materiales que utilizo con más asiduidad son la lana, el algodón, el lino, etc. Prefiero trabajar con éstas y otras fibras naturales, porque aparte de un resultado estupendo en cuanto a calidad y durabilidad, se obtienen con poco o nulo impacto medioambiental, y creo que esto es algo que debemos buscar.
sábado, 11 de septiembre de 2010
Presentación
Hola,
Hoy es mi cumpleaños, no voy a decir cuantos, y es una ocasión especial para iniciarme en este mundillo tan desconocido para mí. Estoy muy ilusionada y esperanzada con esta oportunidad tan extraordinaria.
Quiero dar a conocer virtualmente mis trabajos, y conoceros yo a vosotros también.
Continuará...
Hoy es mi cumpleaños, no voy a decir cuantos, y es una ocasión especial para iniciarme en este mundillo tan desconocido para mí. Estoy muy ilusionada y esperanzada con esta oportunidad tan extraordinaria.
Quiero dar a conocer virtualmente mis trabajos, y conoceros yo a vosotros también.
Continuará...
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